Elaborado por: Viviana Dueñas Bohórquez / Coordinadora de Procesos Transversales

 

Colombia hace parte del reto global para reducir las emisiones de gases de efecto invernadero (GEI) los cuales son capaces de absorber la radiación del sol, aumentando y reteniendo el calor en la atmósfera, entre ellos se encuentran el Dióxido de Carbono (CO2), el Metano (CH4) y Óxido Nitroso (N2O), generados de forma natural o por actividades del hombre.

El compromiso de reducción fue anunciado en el año 2015 en El Congreso de la República, dando a conocer la meta de reducción del 20% de las emisiones GEI para el año 2030 bajo la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre cambio climático, a su vez se suscribió con los gobiernos de Noruega, Alemania, y Reino Unido una declaración conjunta de intención para la reducción de emisiones provenientes de la deforestación o degradación de bosques (REDD+).

En el Plan Nacional de Desarrollo 2014-2018 se trazaron metas de crecimiento verde promoviendo acuerdos con los sectores agroindustriales que permiten reducir la deforestación de aproximadamente 90 mil hectáreas y de nuevas áreas protegidas como estrategia de mitigación de GEI; entre los sectores escogidos para este cumplimiento se  encuentra el cultivo de palma de aceite el cual tiene una mayor expectativa de crecimiento por la variedad de usos que tiene: en alimentos, biocombustibles, productos cosméticos, aseo y generación de energía.

El cultivo de palma en Colombia pasó de 451.131 hectáreas sembradas en el 2014, a cerca de 550.000 hectáreas hoy día, distribuidas en 24 departamentos, 122 municipios y 64 núcleos palmeros ubicados en las zonas norte, oriental, suroccidental y central del país.

Es de resaltar que en un estudio reciente a nivel global en el cual se estima estadísticamente el crecimiento de la palma entre 1989 y 2013  en países y regiones productoras y su aporte a la deforestación se identificó para el caso colombiano una tasa de cero deforestaciones netas a pesar de un crecimiento palmero del 69,5% durante este periodo. Otro estudio reporta a Colombia entre los países productores de aceite de palma de América Latina con una de las menores tasas de conversión reciente (2000 – 2014) de bosque a palma, con un 9% del total del área evaluada (12.474 hectáreas) comparado con países como Brasil con un 40%, Perú con un 76% y Guatemala con un 93%.

En el ámbito internacional la actual preocupación radica en deforestación que pueda presentarse por la expansión agrícola, por tal razón movimientos sociales, ambientalistas y consumidores impulsan en general el crecimiento verde presionando la aplicación de estándares que garanticen la sostenibilidad en aquellas actividades que requieren mayor expansión y uso masivo como la palma y la soja, es por ello que nacen nuevos estándares como RSPO para el sector palma (Mesa Redonda de Aceite de Palma Sostenible), una entidad sin ánimo de lucro conformada por diversas partes interesadas de la cadena de valor de esta agroindustria con el objeto de promover la producción y uso de aceite de palma sostenible garantizando la responsabilidad con la biodiversidad y el entorno social.

Asimismo, el aceite de palma es usado en temas relacionados con energía y biocombustibles en donde el mercado de exportación radica en la Unión Europea la cual creo unos parámetros para los países miembros en la producción y el procesamiento sostenible de biomasa, considerado por la Directiva de Energía Renovable (RED), promoviendo la reducción de las emisiones de gases efecto invernadero; es así como el sector ratifica su compromiso de impulsar cultivos de palma sostenible, fortaleciendo la cultura empresarial del sector en términos de responsabilidad social y ambiental, impulsando el trabajo conjunto con actores de la cadena para lograr los propósitos de la competitividad del sector, situación que refuerza y mejora la imagen frente a los consumidores, logrando que se dinamice la economía y la apertura de nuevos mercados.

Fuente: Acuerdo de Voluntades para la Deforestación Cero en la Cadena de Aceite de Palma en Colombia, Bogotá, D.C. 28 de noviembre de 2017

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